Como hablamos en clase, el canto gregoriano fue establecido como la música litúrgica de la Iglesia Católica por el Papa San Gregorio I (c.540–604). Se les llama modos gregorianos a las escalas o modos utilizados en esta música de carácter monofónico y estuvieron en uso durante la Edad Media y el Renacimiento. Durante el Renacimiento se fueron transformando poco a poco en nuestras escalas mayores y menores.
El número de modos varía de acuerdo a la época y el tratadista, pero podríamos decir que existían principalmente ocho modos gregorianos.
El número de modos varía de acuerdo a la época y el tratadista, pero podríamos decir que existían principalmente ocho modos gregorianos.
Los modos gregorianos tenían una nota final (finalis), sobre la cual la melodía terminaba y encontraba reposo. Su función es similar a la de la tónica en las escalas mayores y menores. Además tenían una dominante (tenor). La dominante era una nota sobre la que se insistía mucho a través de la melodía.
Los modos se dividen en dos categorías: los modos auténticos y los modos plagales. Cada modo plagal estaba asociado a un modo auténtico. Ambos modos tenían las mismas notas y compartían la misma final. La diferencia entre un modo auténtico y su relativo plagal, es la nota dominante y la tesitura.
Los tratados sobre canto gregoriano adjudican a los modos auténticos los números impares I, III, V y VII. Sus relativos plagales reciben los números pares, II, IV, VI y VIII. El relativo plagal del I modo auténtico es el II, el del III es el IV, etc. Algunos teóricos usan los nombres griegos de dórico, frigio, lidio y mixolidio para los modos auténticos, I, III, V y VII respectivamente. A los plagales se le añade el prefijo "hipo" al nombre de su relativo auténtico.
Os dejo por aquí un recurso que nos permitirá ver y escuchar los modos gregorianos. Al pulsar sobre sus nombres irán apareciendo sobre el pentagrama para que podamos escucharlos.
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